12.9.10

~Su boca sabía a mentolado.


El fin de semana se acerca, ella se prepara. No está especialmente emocionada, va a quedar con sus amigos de siempre, aunque puede que haya excepciones. Se saludan, se abrazan, ríen, beben, hablan, desvarían. Una mañana normal en su vida, a la que le falta algo para que sea perfecta. Ese algo es cuando la excepción decide besarla, salvajemente. Luego, el hecho de que se acurruque en sus confortables brazos, le abrace y le bese levemente la cabeza es el broche de ese algo que le hacía falta para una mañana perfecta. Porque ella no necesitaba escuchar una vez más Hey there, Delilah y echarse a llorar, ni ver Love Actually una y otra vez, hasta ponerse triste, sólo le necesitaba a ÉL.


Fin de una mañana perfecta. Stop.

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